... santificado sea tu dueño, venga a nosotros tu aroma, hagase el botellón, así en la playa como en el centro, el ciego nuestro de todos los findes, dánosle hoy, y no nos dejes caer en la tentación, de comprar otro brugal, amén.
1 comentario:
Anónimo
dijo...
no le veo la gracia...llevo lustros bebiendo de esa botella...que poca vergüenza!
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no le veo la gracia...llevo lustros bebiendo de esa botella...que poca vergüenza!
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