... santificado sea tu dueño,
venga a nosotros tu aroma,
hagase el botellón,
así en la playa como en el centro,
el ciego nuestro de todos los findes,
dánosle hoy,
y no nos dejes caer en la tentación,
de comprar otro brugal,
amén.
13 septiembre, 2006
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1 comentario:
no le veo la gracia...llevo lustros bebiendo de esa botella...que poca vergüenza!
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